top of page
Buscar

Intentando practicar la compasión

  • Foto del escritor: Ana Laura
    Ana Laura
  • 4 feb
  • 2 Min. de lectura

Después de varios meses de tener el blog abandonado (nuevamente), tuve que darle una chequeada a los temas sobre los que ya he publicado para refrescar la memoria. Luego, escribí y reescribí varias veces el primer párrafo de esta entrada, tratando de encontrar las palabras correctas para iniciarla. Espero haberlo conseguido.


Me di cuenta de que, sin importar de qué forma lo abordara, mi mente me llevaba a explicar la razón (o excusa) por la que había dejado pasar tanto tiempo entre una publicación y otra. Tratando de evitar sonar como un disco rayado, era exactamente eso lo que estaba consiguiendo.


¿Por qué sentimos constantemente la necesidad de justificarnos por lo que hacemos y, aún peor, por lo que somos? Esta reflexión me llevó a pensar en la compasión, un tema al que llevo meses dándole vueltas. Curiosamente, la mayoría de las definiciones la explican como un sentimiento de identificación con el pesar y sufrimiento del otro. Y eso está muy bien, pero, ¿no deberíamos practicarla primero con nosotros mismos? ¿No podríamos mirar con más ternura esas partes de nosotros que nos incomodan e, incluso, nos avergüenzan?


Honestamente, he dejado de escribir porque no estoy convencida de mi capacidad para producir textos con la calidad de los autores que admiro. Tampoco sé si mis ideas sean lo suficientemente valiosas o interesantes como para que alguien quiera leerlas. ¿Sé suficiente sobre los temas que me interesan? ¿Tiene sentido lo que quiero decir? ¿Es original? ¿Importa?


Pero tal vez esa no sea la pregunta correcta. Tal vez la pregunta no debería ser si lo que escribo es "suficientemente bueno", sino si es auténtico. Si es mío. Porque la verdad es que escribir me hace sentir viva. No imagino mi vida sin la emoción de abrir un libro nuevo, sin perderme en las palabras de otros, sin tratar de comprender sus pensamientos, sus esperanzas y sus miedos. Y si disfruto tanto esa experiencia, ¿por qué me niego a dármela a mí misma?


Practicar la compasión conmigo misma significa aceptar que no necesito ser perfecta para escribir. Que no necesito demostrar nada ni impresionar a nadie. Significa permitirme llenar páginas con pensamientos desordenados, con ideas a medio formar, con palabras que tal vez nunca lleguen a ser leídas por nadie más que por mí. Significa reconocer que escribir no es solo un acto de comunicación, sino también de autoconocimiento, de liberación y de amor propio.


Así que aquí estoy, dándome permiso para escribir sin juicios ni expectativas. Porque más allá de si esto es "bueno" o "malo", escribir es, simplemente, lo que necesito hacer para ser auténtica conmigo misma.

 
 
 

Commentaires


bottom of page